Siempre hay situaciones que damos por sabidas, o en las cuales siempre hay una aceptación tácita: si somos suficientemente persuasivos, las diferencias ( que siempre las hay entre las personas) van a aflorar rápidamente. Para eso es necesario implicar a los jugadores/ as para que hablen. Surgen cosas muy jugosas cada vez que les damos la palabra a unos jugadores/ as que poco a poco y a través de un trabajo de reflexión diaria( que deben irse creyendo) van tomando conciencia de lo que estan haciendo. Sobre todo es en esto en lo que los jugadores necesitan entrenamiento.
Con el tiempo he aprendido a medir mis palabras y a abrir espacios en los que los jugadores se sientan cómodos para hablar y compartir como ven el equipo, como se sienten en lo relativo al deporte, pero también en clave personal, individual ( sus sensaciones, emociones, motivaciones). El proyecto entrelazado con el día a día.
Los jugadores son los principales recursos en deporte, nos obligan a adaptarnos continuamente a lo que va ocurriendo.
Esto es lo que yo ando buscando con mis equipos, entablar un dialogo fecundo con mis jugadores/ as, que a partir de una pregunta o un comentario surjan la disensión y la oportunidad de conocer el deseo de cada uno, rehuyendo esquemas comunicativos del pasado.
Quienes juegan son los jugadores, por lo tanto, es por ellos y para ellos que todo debe ser hecho. Que necesitan sentirse implicados, sentirse responsables, movilizados alrededor de objetivos e intereses comunes. Y no tengo ningún tipo de duda de que lo que importa es urdir proyectos ricos en su vertiente humana. Lo deportivo es un aspecto ordinario en un encuentro humano siempre extraordinario.
No podemos pensar en el deporte al margen de los padres, ni de las familias. Les tenemos que hacer participes de lo que hacemos, enseñarles que hacemos y porque. Todo ello con paciencia, pues a la larga creo que puede ser muy interesante ganarnos esa complicidad, ya que creer es el secreto, en gran medida, de un proyecto honesto.
Y honesto, en un sentido ético, quiere decir estar comprometido con el juego, no con el resultado.
Hay que ser un buen entrenador, y eso para mi es saber sobre todo el como enseñas, más que el que enseñas. Igual que lo importante es jugar ( el como, la actitud, la predisposición) , más alla del juego que juegas ( el que ).
Ese como puede ser a veces conseguir unos buenos hábitos de entrenamiento.
Una buena educación deportiva será: esforzarse durante toda la sesión, estar atentos a las explicaciones, mostrar buena disposición para participar de las preguntas que se planteen durante las pausas, ser puntuales, etc..todo eso forma parte de lo que yo entiendo por buenos hábitos de entrenamiento, de una buena educación deportiva.
Si queremos hacer algo provechoso, tendremos que conseguir que sean capaces de esforzarse al máximo, lo que se tiene que llegar a producir, es que se diviertan jugando al máximo.
Siempre hay que buscar el ejercicio idoneo, la posibilidad de dedicar un tiempo precioso a un ejercicio concreto, nos tendría que hacer plantear la idoneidad de ese ejercicio, más alla de la selección arbitraria de cualquier otra opción.
Me gusta a veces pensar que consigo preparar la mejor sesión que le pueda corresponder a ese equipo concreto, acostumbrado a entrenar a varios equipos cada año, se me presentan infinidad de dudas de si me he ajustado a los tiempos, a los contenidos, si he presentado claramente los objetivos de cada tarea o ejercicio, y tantas otras cosas.
Este tipo de lagunas, te ayudan a mejorar como entrenador, así descubres que piensas de modo acrítico, que vale con que otros entrenadores lo hagan de otra forma, como si eso infundiese un buen entrenar a lo que hacemos.
A veces me doy cuenta de que si dejo decidir a los jugadores es para que se equivoquen. Faltaría. Forma parte del proceso de sentirnos autónomos el asumir una responsabilidad, actuar libremente y asumir las consecuencias.
Los efectos no son siempre los deseados, los deportistas pueden desaprovechar esa ocasión; si se equivocan, sigue siendo un acierto por nuestra parte, incluso a veces
más que si la acertasen a la primera. Si conseguimos que lleguen a pensar por si mismos, nos procuraremos un futuro mejor como entrenadores, y a ellos también un futuro mejor como personas. La educación deportiva puede llegar a ser educación cívica, una verdadera educación de la pedagogía.
Buen jugador, mejor persona.
Otras veces no sabes de donde puede salir tanta desidia, sobre todo si son adolescentes, aunque te das cuenta que debes luchar contra eso, hay que hacer de su desidia no una afrenta personal, sino tu misión como entrenador: devolverles a la senda del trabajo.
Hablo de cuando la desidia es tanta que todo lo inunda, e incluso tu te ves seducido por querer dejarlo y quieres abandonar. A veces te daría por ser un poco permisivo, por no imprimir claramente los límites que consideras necesario para la tarea. Te daría por torcer por la calle de la permisividad. Yo creo que si sigues caminando, al final encuentras un callejón sin salida: el laxismo.
El deporte es lo que los entrenadores y los jugadores se proponen hacer de él. Son tantas cosas y personas que me importan, que me resulta difícil resumirlas.
Una buena idea sería: un estrecho margen de colaboración táctica- estratégica entre entrenadores y jugadores.
No hay peor miedo, que el miedo a cambiar.
Enseñar un día una cosa y pasando rápidamente la página no conseguiremos el éxito para ellos, ni siquiera para nosotros.
En cambio si somos justos con la tarea que se nos ha encargado, intentaremos cruzar puentes que apunten caminos para poder transitar, puentes que levantemos poco a poco,
Ajustando la velocidad al ritmo que puedan tomar.
Como implicar a los jugadores en la reflexión es uno de los primeros pasos para ayudarles a dar sentido a lo que están haciendo.
Pero a veces no es fácil implantar esa manera de ver las cosas en el equipo. Los jugadores ya se han adaptado a una manera cerrada de ser jugadores-as, quien sabe, a ser simples ejecutantes de lo que los entrenadores ordenan.
Abandonar la infancia es doloroso, más aún cuando esa infancia ha sido una sucesión de momentos casi siempre felices ( resultados) y hay que enfrentarse a una situación nueva: Competir.
No pienso divisar horizontes que los deportistas no estén dispuestos a otear, en un momento u otro, por su propia cuenta y riesgo. Sería una impertinencia quererlos llevar más alla de donde estén dispuestos a ir, conmoverlos a ir donde no quieren llegar.
HAY QUE SABER SUFRIR PARA SER UN BUÉN DEPORTISTA.
Hay que perderle el respeto a hacer cosas que no creíamos poder hacer, y nosotros debemos instigar a los jugadores/as hasta que las hagan.
UNA POLÍTICA DEL DEPORTE ESCOLAR , ES UNA POLÍTICA DE LAS ACTITUDES
HAY QUE PONER LA EDUCACIÓN EN VALORES POR DELANTE DE LA INSTRUCCIÓN TÉCNICA.
Para mi, enseñar un deporte como el baloncesto, sólo puede llegar a ser una tarea titánica y heroica si la tomamos como algo sistemático y que llegue a todos..
VAMOS A SEGUIR COMPROMETIDOS CON EL JUEGO, NO CON EL RESULTADO.
YO CREO QUE LO QUE HONRA AL DEPORTE SON LOS VALORES QUE LOS EDUCADORES, LOS DEPORTISTAS, LOS ÁRBITROS, EL PÚBLICO, ETC.. PONEN EN EL DEPORTE MISMO.
ES MÁS IMPORTANTE JUGAR QUE EL JUEGO QUE JUEGAS.
JUGAR A BALONCESTO ES SOBRE TODO LA ALEGRÍA DE PODER JUGAR JUNTOS, DE IMAGINARNOS COMBINACIONES POSIBLES DENTRO DE UN PANORAMA ILIMITADO DE OPCIONES.
LO QUE INTENTAMOS JUGAR ES UNA APUESTA DE PODER DESARROLLAR EL ENTENDIMIENTO DEL GRUPO.
Es importante darse cuenta de que no vale todo para ganar, de que hay unas maneras mejores de conseguir la victoria.
Esos métodos, esas maneras de llegar al éxito, lo son todo. Lo son todo porque dan sentido a lo que estamos haciendo; si, ganamos, pero como consecuencia lógica de defender una manera de entender el baloncesto, de cómo entendemos las relaciones humanas.
Los entrenadores somos abanderados de una manera de ver el mundo.
TENER A TODO EL MUNDO METIDO EN LA DANZA
No hay alegría comparable a ver como se fragua ese compromiso con el juego. Siempre hablamos de los objetivos de una temporada. Que si quedar en esa posición o en esa otra. Si llegar a la fase final. Pero yo no entiendo de resultados deportivos.
Yo de lo que creo entender, y para lo que de verdad valgo, es de mejorar los resultados humanos. Y de manera lógica los resultados deportivos van a ir mejorando.
SOLIDARIDAD, QUE BUENA PALABRA PARA EL BALONCESTO.
LA ÉTICA PUEDE SER UN LUGAR MUY SOLITARIO EN EL QUE ESTAR
HAY QUE DEMOSTRAR LO QUE SABEMOS, DECIR A TODO EL MUNDO QUE NO SOLO SOMOS TÉCNICOS SINO, SOBRE TODO, EDUCADORES DEPORTIVOS.
SÓLO HAY UNA PEQUEÑA PORCIÓN DE ENTRENADORES QUE ADEMÁS DE ENTRENAR, SE CULTIVAN.
EDUCAR ES EDUCARSE.
DEPORTE Y ÉTICA, DEPORTE Y EDUCACIÓN. DOS BINOMIOS QUE PUEDEN RESULTAR SER LUGARES MUY SOLITARIOS.
HAY HOMBRES QUE LUCHAN UN DÍA Y SON BUENOS. HAY OTROS QUE LUCHAN UN AÑO Y SON MEJORES.
HAY QUIENES LUCHAN MUCHOS AÑOS Y SON MUY BUENOS. PERO HAY QUIENES LUCHAN TODA LA VIDA ,
ESOS SON LOS IMPRESCINDIBLES.
Bertold Brecha
QUIEN VOLVIENDO A HACER EL CAMINO VIEJO, APRENDE EL NUEVO, PUEDE CONSIDERARSE UN MAESTRO.
Confucio
HAY QUE REDESCUBRIR EL MOTIVO QUE NOS MUEVE A HACER LAS COSAS.
La responsabilidad de los jugadores sobre su aprendizaje debe instalarse en el seno del equipo, ese valor debe ir madurando con el tiempo, haciéndose conscientes de la transcendencia de lo que están llevando a cabo.
SI NO HACEMOS VIBRAR UNA CUERDA INTERNA DE LOS JUGADORES NO PODREMOS PRETENDER QUE SE NOS RECUERDE.
VIVO ORGULLOSO COMO ENTRENADOR DE DEPORTE ESCOLAR.
LAS VISIONES NUNCA PUEDEN SER PROPIEDAD DE UN HOMBRE O DE UNA MUJER,. ANTES DE QUE UNA VISIÓN SE PUEDA CONVERTIR EN REALIDAD, DEBE SER PROPIEDAD DE TODOS Y CADA UNO DE LOS MIEMBROS DEL GRUPO.
Phil Jackson
EL MÍTICO ENTRENADOR ADOLPH RUPP LES DECÍA A SUS JUGADORES QUE SE PUSIERAN EN LA LÍNEA DE FONDO¿ COMO DECIRLE A ALGUIEN QUE AME EL DEPORTE SI AÚN NO LO AMA?
, Y LOS INVITABA A DAR UN PASO ADELANTE Y ASÍ ENTRAR EN LA PISTA PARA ENTRENAR. ASÍ, DE ALGÚN MODO , LES OBLIGABA A ACEPTAR QUE, SI ENTRENABAN CON ÉL, ERA PARA ENTREGARSE EN CUERPO Y ALMA .
LES PONÍA ESA FRONTERA ( LA LÍNEA DE FONDO) Y ASÍ TRAZABA UN LÍMITE ENTRE SUS OTRAS OBLIGACIONES Y DISTRACCIONES, PARA INVITARLOS A HACER UN TRABAJO SERIO.
DEJANDO DE LADO EL ESFUERZO, QUE ES UNA EXIGENCIA NECESARIA PARA QUE LAS COSAS SALGAN BIEN, EL COMPROMISO ES UNA ELECCIÓN DEL GRUPO, PERO QUE REPOSA, EN ÚLTIMO TÉRMINO, EN CADA UNO DE LOS MIEMBROS DEL GRUPO.
POCOS EQUIPOS MUESTRAN UNA GENUINA ACTITUD POR EL JUEGO, Y EN LOS MOMENTOS DIFÍCILES MUCHOS SE DOBLEGAN, LA VOLUNTAD DE LOS QUE TIENEN EL ESFURZO Y EL CORAJE POR BANDERA ES UNA VIRTUD CADA DÍA MÁS ESCASA, PERO ESA ACTITUD HAY QUE CULTIVARLA.
ENTRENAS PORQUE NO PUEDES DEJAR DE HACERLO
SER ENTRENADOR ES UN MODO DE VIDA
HAY QUE SER UN VERDADERO PROFESOR DEL DEPORTE PARA PODER DAR LO MEJOR DE TI MISMO Y, AL TIEMPO, CONSEGUIR EL COMPROMISO DEL GRUPO.
ES BIEN CIERTO QUE NO CONSEGUIREMOS NADA, SI NO SOMOS POCO O MUCHO, OBSESIVOS CON LO QUE EMPRENDEMOS.
HAY QUE SABER CUAL ES EL RASERO QUE NOS APLICAMOS, AUNQUE A VECES NOS SEPA MAL Y DUDEMOS DE SEGUIR DE LA MANERA COMO OBRÁBAMOS O SI, POR SIGNOS EVIDENTES, VALDRÍA LA PENA CAMBIAR LAS COSAS.
MI DESEO ES ALGO QUE ME ORIENTA, UN DESEO QUE SE CORRESPONDE CON UN PROYECTO SOÑADO.
PERDÓNESEME SI LES HA PARECIDO POCO, ESTO QUE PARA MI ES MUCHO.
José Saramago
El tipo de jugador/a que aprecio por encima de cualquier otro, es el que me ayuda a entrenar de la manera que me gusta entrenar. Se posiciona de repente como catalizador de los malos rollos y de algunos problemas no explicitados, y actua como espejo del grupo, haciendo gala de una gran capacidad para metacomunicar, es decir, para hablar de la comunicación.
El esfuerzo es una de las condiciones previas al dibujar cualquier norma para el equipo. El esfuerzo y la concentración en la tarea deben asumirse como condiciones indispensables para conseguir aquello que nos proponemos.
A LOS DEPORTISTAS HAY QUE TRATARLOS COMO A LAS PERSONAS QUE QUEREMOS QUE LLEGUEN A SER, MÁS QUE COMO A LAS PERSONAS ( IMPERFECTAS , CON RASGOS INFANTILES QUE QUIZÁS NO QUISIÉRAMOS ASUMIR EN NUESTRA TAREA EDUCATIVA) QUE SON.
No estoy muy seguro de si ahora los entrenadores lo hacen peor o si la sociedad y la cultura no dan para más. Vemos atónitos como a los chavales les falta esa mínima cohesión, compartir algunos pocoa rasgos de identidad en el seno del grupo. Demasiadas individualidades y demasiado poco amor hacia el deporte y hacia el grupo. Ahora parece más difícil vincular a las personas.
Pierden , pero pierden haciéndolo de mala manera, pierden incluso su dignidad.
No se puede esperar mucho ( casi nada diría yo) de un equipo al que no le importa su forma de perder. En su forma de perder lo vemos casi todo: si hay compañerismo, si tienen casta, si hay orgullo.
HAY UN TRABAJO PREVIO Y EN PARARELO A NUESTRO DÍA A DÍA, UN TRABAJO DE FORMACIÓN PROFESIONAL Y CONFORMACIÓN DE HÁBITOS Y ACTITUDES COMO ENTRENADORES, TANTO EN LA DIRECCIÓN DE ENTRENAMIENTO COMO EN LA DIRECCIÓN DE PARTIDO. PORQUE SE JUEGA COMO SE ENTRENA.
Alentar es buscar algo más alla de lo que existe en ese momento como dado. Alentar es creer que hay mucho campo abierto más allá de lo predeterminado, de lo establecido. Es soñar que hay un lugar mejor en el que estar del que estamos ahora, y que podemos llegar allí juntos.
Sin la exigencia de dar todo lo que está en nuestras manos, no hay una aventura de entrenar que para mi valga la pena.
EL CÓDIGO INTERNO DE UN EQUIPO, PUEDE LLEGAR A VER UNA VICTORIA DONDE TODOS HAN VISTO UNA DERROTA.
Falta a veces una misión, un motivo, pero, ¿ que idea puede encender la llama de la pasión, del entusiasmo y del compromiso? Ante un equipo en el que no hay afinidad ni entusiasmo, ¿ qué podemos hacer? ¿ qué ocurre si ya hemos dispuesto nuestras mejores armas, si ya no vemos recursos en los jugadores? ¿ Cabe ir a la bronca fácil o a la moralina? ¿ A decirles que lo están haciendo de pena , que son incapaces de hacer algo de verdadero valor? Quizás prefieran hacer lo que ya están haciendo, aunque a nosotros nos disguste, pero es lo que ellos quieren y están queriendo, nosotros solo podemos señalarles como lo están haciendo.
La actitud del entrenador ha de ser entonces muy distinta: distante en algunos momentos, bromista en otros. Pero siempre exigente con unos chavales que están aprendiendo que la vida se vive según unas normas que a veces ( a menudo) pueden no acabar de gustarles, pero han de acabar aceptándolas, y aun más: abrazando aquello que al principio les causaba reparo.
Sin embargo, aligera la conciencia de cualquier educador, saber que hay que admitir que lo normal en educación es que la cosa no funcione, que el otro se resista, porque es esa tensión lo que precisamente anima la educación: por un lado, alguien que quiere promover una pauta ( el profesor, el entrenador) que seguir; por otro, personas cada vez más autonomas que tienen su propia voluntad, su deseo y que tratan de no ser reducidas al deseo de otros.
La clave de esto que llamamos deporte no es otra cosa que la actitud. Todo gira alrededor de la actitud que ponemos en el juego , hacia el juego, por el juego.
Porque la asunción de un compromiso exige, fundamentalmente, la capacidad y la voluntad de comprender aquello hacia lo cual uno se compromete.
Fernando Bárcena
A veces no somos suficientemente hábiles para descifrar lo que mueve este deporte. Y nos enojamos sin razón de ser, sin un motivo de peso, simplemente porque no somos capaces de ir un poco más allá de nuestra realidad más cercana y personal, y divisar la importancia de algunas cosas a las que no prestamos
Suficiente atención.
Hay que entrenarnos para captar las señales que nos emiten , más o menos claras, para poder satisfacerlas mejor.
Apuntes del libro El entrenador y el equipo de Mauro Valenciano Oller
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