Don pepe laso

El entrenamiento y el partido pueden ser entornos muy diferentes en todos los aspectos, (para algunos), no valorar las cosas de forma inmediata, carecer de sentido competitivo, y no notar uno mismo sus carencias, son formas de expresar un conformismo ante el juego; ver desde cerca sin intervenir, sea por lo que sea me da igual, porque cuando el discurso es incitador a …………..estas actitudes empiezan a parecer “normales” para los que así actúan, por lo que el señor Pepe Laso tenía y seguirá teniendo la razón.

jueves, 3 de marzo de 2011

Ser entrenador

ENTRENAR

Si me preguntaran que es un entrenador,  tendría muchas dudas en contestar, y con las mismas dudas pienso a menudo en una persona apasionada por lo que hace, feliz cuando esta en una pista, responsable y capaz de enseñar a un grupo de niños-as, y que piensa mucho tiempo en lo que hace y que trata de mejorarlo.
Un entrenador se hace cada día, con cada ejercicio, con cada momento y cada situación que no deja pasar, que ha aprendido a ver un camino con el paso de los años y sabe que lo incorrecto  no puede ser pasado por alto.
Un entrenador, debe tener una fuerte idea de lo correcto y lo incorrecto, de los valores que recorren nuestro entorno, y que él, como guía tiene que conocerlos para llevarlos a un grupo, que carece de ellos, pero que está  abierto para recibirlos.
Un entrenador, debe captar la actitud o la falta de ella, debe enfrentarse a la desidia y tratar de combatirla, no puede rendirse o pasar, no puede estar cómodo ni ignorar actitudes negativas, y debe reforzar la intención.
Ser entrenador, es un compromiso y hay que tomarlo como tal, educamos o maleducamos, con nuestra actitudes y decisiones el grupo nos valora, nos respeta o nos condena a no escucharnos.
Un entrenador ilusiona con sus formas, hace que los jugadores-as tengan ganas de aprender, que quieran mejorar, y se hace querer por su forma de ser.
El entrenador, esta siempre que se le necesita, le cuesta irse del equipo, no tiene horario y necesita saber que su honestidad le es reconocida.
Por eso hay tan pocos entrenadores, porque ser entrenador es un recorrido que no termina nunca, siempre aprendiendo, captando lo evidente y lo oscuro, y dándole significado, en busca de una excelencia muy difícil de alcanzar.
Un entrenador es un niño grande, que trata de convencer a otros niños de que el juego puede ser algo muy importante en sus vidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario