UN MAL ENTORNO
El baloncesto en Alicante padece desde hace mucho tiempo de costumbres poco educativas y deportivas por parte de todos los que componen este mundillo.
*Las instituciones competentes, que permiten que haya centros sin ningún tipo de oferta deportiva, colegios que no ofertan una posibilidad de deporte extraescolar, bien por que no exista APA, bien por las pocas posibilidades económicas del APA, y casi siempre por la nula sensibilización hacia la práctica deportiva.
*En los colegios cada vez hay un menor número de practicantes , los niños-as cada vez son más reacios a la práctica deportiva porque sin duda esta ya es demasiado exigente, especializada, y seguramente inadecuada para un primer contacto con el deporte.
Muchos de los niños-as que acceden por primera vez a un deporte de equipo
( baloncesto), carecen de una mínima base motriz, producida normalmente por el propio movimiento libre de los niños en sus juegos; porque quizás puede ser esta la primera pregunta a hacerse, ¿ los niños juegan? ¿ se mueven lo suficiente?
Muchos de estos colegios se ponen en manos de empresas que organizan sus actividades deportivas y culturales, pero el deporte se lleva en estos casos la peor parte, porque para dar ingles, hay que saber ingles, pero para enseñar baloncesto da igual que sepas o no, casi cualquiera esta al cargo de la enseñanza de niños-as sin el menor conocimiento mínimo de contenidos y transmisión de valores adecuados para estas edades.
A todo esto hay que añadirle * la competición escolar, equipos que se retiran a las primeras de cambios, o que no se presentan a los partidos, o que se presentan y los niños-as van llegando cada uno a la hora que quieren, siendo esto algo que se ha convertido en habitual, la mala educación deportiva se ha socializado, volviéndose
lo lógico muy poco común, ya que lo más importante será fomentar buenas actitudes como: enseñar a llegar a la hora, no protestar a los árbitros, fomentar un aprendizaje significativo del juego, en definitiva, fomentar un deporte escolar educativo.
*Los “entrenadores de formación” , padecen de una resultaditis preocupante, que provocan que el proceso deportivo no sea el deseado, más preocupados por el resultado inmediato, que de pensar en un proceso largo, todo esto debido a una escasa o nula formación. En la misma línea, la dirección de partidos casi siempre son muy directivos, llevando prácticamente ellos la toma de decisiones del niño-a, encorsetando desde bien pequeños a los niños en roles de juego, lo que reduce en gran forma las posibilidades del niño-a y lo va haciendo dependiente de la voz de su entrenador o de estrategias prematuras.
También es muy habitual el jugar con los más “dotados en principio”, relegando al banquillo a niños-as, que poco a poco van perdiendo ilusión por el juego.
Aspectos como la asistencia a los entrenamientos, la hora de llegada a partidos y entrenamientos, y la escasa disciplina de los jugadores, provocan que con el tiempo, el jugador tipo que se forma diste mucho de un deportista, aparte del abandono inmediato al menor asomo de seriedad y disciplina.
*Los árbitros, muchos de ellos llegan a los partidos con el tiempo justo ( a veces justificadamente, y a veces por costumbre), una gran mayoría piensa que puede pitar prácticamente parados desde ½ campo, pitando pocas faltas porque el partido tiene que acabar rápido porque hay más, carecen un gran porcentaje de ética deportiva, desconociendo el respeto por la competición y el trabajo de cada equipo.
*Los padres, unos pocos coherentes, la mayoría entrometidos, quieren opinar de aspectos que desconocen, estando pendientes de su hijo-a y del resultado del partido; capaces de criticar al entrenador delante de su hijo, y pelearse con otro padre incluso del mismo equipo.
*Los jugadores se desarrollan y crecen sobre este entorno, no valoran un proceso, sino un resultado, la inmensa mayoría no llegan a tener continuidad porque el proceso ha sido mayoritariamente sostenido por los resultados, y no por la mejora individual, colectiva, y la enseñanza de valores, llegando al abandono prematuro , porque no se les ha tratado de enseñar a valorar el día a día sobre un proceso más responsable.
*La federación de baloncesto, en su proceso de formación, no contempla estas necesidades, y centra sus objetivos en aspectos técnicos, nada consciente de una difusión del baloncesto mucho más necesaria, basada en formar en buenas actitudes para crear, 1º una masa de practicantes de minibasket y baloncesto, y 2º. un entorno agradable y deportivo.
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